DE LOS BANDOS Y SUS DISPUTAS
Los
periodos turbulentos se han sucedido en nuestra ciudad durante tiempo
inmemorial, pero uno de los más reseñable fue el de Los Bandos, por lo
violento y por su larga duración. En él estuvieron enfrentados los
bandos de San Benito o benetinos que se agrupaban entorno a la iglesia
de San Benito, que lo formaban las familias Acebedo, Pereira, Anaya,
Figueroa, Ribas, Fonseca, Sotomayor, Godínez, Maldonado, Hontiveros
Manzano, Paz y Nieto y los del bando de Santo Tomé o tomesinos que se
agrupaban bajo la iglesia del mismo nombre formado por las familias:
Puertocarrero, Monroy, Valdés, Enríquez, Ovalle, Araujo, Varillas,
Flores, Montesinos, Valdes, Miranda, Tejeda, Villafuerte y Almaraz. Eran
estas ilustres familias las que se
encontraban en disputas por ejercer el poder en la ciudad,
hablamos de los siglos XIV y XV. Sus enfrentamientos tuvieron
aterrorizada a la población tormesina, tanto que la plaza del Corrillo
que separaba las zonas de influencia de cada bando y que la gente no se
atrevía a transitar, fue conocida como Plaza de la Yerba. Sus disputas
fueron muy enconadas, tanto que durante un juego de pelota en la que
estaban inmersos los hijos de dos de estas familias una de ellas, la de
los Manzano dieron muerte a los hermanos Enríquez. Los criminales
huyeron temiendo las represalias de
los partidarios del bando contrario, algo que no se haría esperar. Doña
María Rodríguez de Monroy madre de los fallecidos persiguió a los
asesinos de sus hijos hasta darles alcance en una posada de la ciudad de
Viseu (Portugal). En ella, los partidarios de Doña María prendieron y
dieron muerte a estos dos hermano. A su regreso a Salamanca deposito en
las tumbas de sus hijos las cabezas de los hermanos Manzano.
No sería hasta años y muertes más tarde cuando se pusiera fin a estos enfrentamientos. Todo se debió a los esfuerzos del padre Juan de Sahagún que consiguió que las familias se avinieran a negociar y firmaran una paz, que trajo consigo la tranquilidad a la ciudad.
No sería hasta años y muertes más tarde cuando se pusiera fin a estos enfrentamientos. Todo se debió a los esfuerzos del padre Juan de Sahagún que consiguió que las familias se avinieran a negociar y firmaran una paz, que trajo consigo la tranquilidad a la ciudad.
maravilloso conocimiento de la historia de nuestra ciudad salmantina que muchos o la mayoria desconocemos y gracias a vosotros conoceremos
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