martes, 29 de mayo de 2012

La judería salmantina

Plano de Salamanca en la Edad Media
 
La primera mención que se tiene de la judería de Salamanca, figura en diversos documentos fechados en el año 1169. Esta estuvo localizada dentro de los límites de la muralla, entre la Catedral y el Alcázar, en la zona sur de la ciudad sobre la Puerta del Río, aunque no todos sus integrantes se hallaban localizados en ella, ya que se tiene testimonio de que existían algunos miembros de esta sociedad que habían establecido su vivienda y negocio fuera de la Aljama. Hay referencias también de algunos moradores fuera de los muros o ya más hacia el norte, en la zona de la Iglesia de San Marcos. Así mismo podemos decir que lo mismo que algunos judíos moraban fuera de sus límites también hubo cristianos coexistiendo dentro de la zona judía. 

Ubicación de la judería de Salamanca en el entramado urbano actual
Esta comunidad estuvo fuertemente protegida por la Corona y el Cabildo Catedralicio, por ser la que mayores aportaciones económicas otorgaba a reyes y nobles en sus guerra y conflictos, como las que prestó al rey Fernando II de León en su guerra contra Castilla. Estas ayudas acabarían suponiendo que en el año 1170, el Fuero de Salamanca les otorgara los mismos derechos y deberes con los que contaban los cristianos, suponiendo a la larga un fuerte impulso para su prosperidad económica y financiera. 

Corral de vecindad de la antigua judería. (hoy Escuela de Hostelería Fonda Veracruz)
 

Calle Veracruz
La calle principal de la judería salmantina fue la Rúa Nueva (hoy Calle Libreros) y en ella estaban la Casa de Estudio o Midrash (dirigido al estudio he investigación de la comprensión de la Torá), el centro de estudios del Talmud o Yesibah, de la que se ignora su emplazamiento y algunos centros semiprivados de asistencia, más eficaces y completos que los cristianos. De esta Rúa partían el resto de las calles de la judería que solían ser frecuentemente estrechas y sórdidas y que acababan desembocando en otras callejuelas que morían en viviendas y espacios de propiedad privada o en plazuelas en las que se solían desempeñaban ocasionalmente funciones comerciales. La densidad poblacional que gozó en sus años de esplendor hizo que se suprimieran los espacios libres entre viviendas, adosando unas casas con otras. Tan solo las de las familias más importantes pudieron contar con solares más amplios y dimensiones más generosas, algunas disfrutaron de patios ajardinados particulares. 
 
La Aljama salmantina contaba con su propia carnicería y con establecimientos comerciales ubicados a lo largo de la Puerta del Río, Postigo Ciego y San Millán tales como: colcheros, baldreseros (curtidor de pieles finas), carniceros, torneros, plateros, tejedores, zapateros, batidores y sobre todo, pergamineros, estos podrían muy bien serlo por la necesidad de material para el estudio que demandaba la Universidad. Esta economía facilitó que algunos integrantes de esta sociedad pudieran cultivar viñedos y comercializar el vino obtenido, que solían almacenar en los sótanos de sus viviendas, en grandes tinajas y cubas. La mayor concentración de bodegas estaba establecida en torno a San Gil, Postigo Ciego, calle del Horno de Canóniga y San Millán.

Calle Horno
La ciudad contó con tres sinagogas de las que se tiene constancia, la Sinagoga Vieja muy cerca de la iglesia de San Millán, la Menor ubicada en el Postigo Ciego, hoy facultad de matemáticas y la Nueva, por la zona del parque de La Merced, todas muy cerca unas de otras. Su religión les permitía mantenerse unidos y cohesionados, algo que les posibilitaba conservar sus señas de identidad dentro de una sociedad predominantemente cristiana. La figura de jurídica de un rabino le concedía la condición de Aljama. La comunidad también contaba con una alberguería de los judíos, por la trasera de San Millán y que se sabe que se mantuvo activa  hasta la expulsión de estos en el año 1492 y extramuros con un fonsario o cementerio judío muy cerca del Arrabal del Puente, en el denominado vado de Santervás o Sanct Hervás (por la iglesia cercana con ese nombre, edificada en 1100), aguas arriba del Puente Romano junto a la aceña del Arenal. 

Plaza de la Merced. (Facultad de Matemáticas al fondo)
La convivencia con el resto de moradores de la ciudad fue haciéndose con el paso del tiempo cada vez más complicada, ya que muchos de los acuerdos pactados se fueron rompiendo sobre todo por el lado cristiano. En el año 1382 se acordó de manera arbitraria en un sínodo celebrado en Cantalapiedra eliminar algunos de los edificios religiosos de la comunidad judía. Sin ningún tipo de comunicación previa el Obispo dominico Juan de Castellanos ocupó la Sinagoga Vieja, consagrándola bajo la advocación de San Salvador, esto mismo ocurrió en la Aljama de Valencia de Don Juan. 
 
En el año 1391 y con una grave inflación monetaria debido a las cargas fiscales impuestas por los gobernantes y que resultaban muy difíciles de satisfacer, hermanada con unos intereses eclesiásticos poco claros, se extiende por el territorio nacional, de la que Salamanca no será ajena, un clima antijudío que favorece y desemboca en un estallido de violencia de carácter popular, que resta poder a los acreedores judíos de los que los cristianos eran deudores. Varias de las comunidades judías del país quedaron destruidas, no pasó lo mismo con la de Salamanca, aunque si que se forzó a muchos de sus integrantes a convertirse al cristianismo ya que en la Corona de Castilla sólo se les permitía tres opciones: la muerte, la conversión, o la huida. No obstante en la Aljama salmantina siguieron manteniendo sus costumbres judías. 
 
Las predicaciones del fraile Vicente Ferrer marcaron un antes y un después en la aljama salmantina.  En 1411 las predicaciones del fraile enardecieron el ya precario equilibrio de convivencia en la ciudad, favorecieron el brote de violencia antisemita, y un proceso de conversiones forzosas. Los judíos que quedaron en Salamanca tras las predicaciones de Vicente Ferrer no gozaron ya de las ventajas y privilegios anteriores.

Hospital del Estudio.(hoy Rectorado de la Universidad)
La Universidad en el año 1413 consigue la cesión de la Midrash, para ubicar en él el Hospital del Estudio. Muchas de las casas y edificios comunitarios judíos situados en las calles de Serranos, Traviesa o Rúa Nueva pasan a la Universidad de Salamanca, por compra, cesión o permuta, comenzando su expansión sobre propiedades y espacios de la judería. Con esto se va consiguiendo desalojar y disminuir el número de judíos y su influencia.

Calle Libreros (Rúa Nueva)
Con el edicto de expulsión de los Reyes Católicos de 1492, la larga permanencia de los judíos en territorio español llagó a su fin. La decisión mayoritaria de los pocos que ya quedaban en la judería salmantina es la de pasar al Reino de Portugal. Estos mismos reyes el 10 de noviembre 1493 dictan  una carta de amparo  a favor de los judíos que desearan volver a España, con la garantía de recuperar sus bienes muebles y raíces. Para ello era preciso que los antiguos judíos se convirtieran al cristianismo mediante el bautismo. Muchos de ellos regresarán a la ciudad tras su conversión, para reclamar sus antiguas viviendas. 


Con el paso del tiempo la zona judía de la ciudad se fue llenando de nuevos edificios civiles y religiosos cristianos tales como: el convento de la Merced, el de San Agustín, el colegio de Cuenca o el de San Millán. El espacio que ocupaba la Sinagoga Nueva pasó a manos del cabildo catedralicio que construyó en su solar casas que posteriormente vendió. Entre los siglos XVI y XVII, la ciudad con el auge de la Universidad irá modificando su entramado urbano y la antigua Aljama salmantina sufrirá estos cambios e ira desapareciendo y pasando al olvido, tanto que ya muy pocos detalles de su antiguo emplazamiento nos recuerdan que allí hubo un barrio judío.
Iglesia de San Millán.

  • El pasado judío de Salamanca.      Mª Fuencisla García Casar.
  • La desaparecida judería salmantina, reconstruccion de un espacio medieval "perdido".     Mª Eva Gutiérrez Millán.                        - II simposio de Jóvenes Medievalistas. Lorca 2004-
  • El puente romano de Salamanca en la Edad Media.     Ángel Vaca Lorenzo.

viernes, 18 de mayo de 2012

Guerra de la Independencia en la ciudad


Firmado el acuerdo de Fontainebleau en el que Francia y España acuerdan tomar y repartirse Portugal, aliado y principal apoyo económico y comercial de Gran Bretaña. Las tropas Imperiales francesas comienzan a establecerse en las principales ciudades españolas.
Se inicia de esta velada manera la invasión de la Península Ibérica.
Salamanca por su situación geográfica, se convierte en importante centro de operaciones para la campaña de Portugal, siendo convertida con el paso del tiempo de ciudad de paso a ciudad ocupada. 
Lo más granado de las tropas francesas desfila por las calles de la ciudad, junto con los más selectos mariscales: Masséna, Junot, Soult, Ney, Marmont, Bessières….  
Durante los primeros meses las tropas imperiales se convertirán en amigos y aliados.

Según el acuerdo al que llegaron las dos naciones, España se comprometía a suministrar alimentos y pertrechos a las tropas francesas, siendo esto lo que hizo el ayuntamiento de la capital al pedir en octubre de 1807 que se suministrase entre otras cosas, ropa de cama para las “tropas amigas”. De esta manera se les abren las puertas de la ciudad y de los salmantinos al futuro invasor. 
Madrid 2 de mayo de 1808
Ese clima de amistad que los salmantinos les estaban dispensado, no tarda mucho tiempo en desaparecer, los continuos robos y ultrajes que  los franceses someten a la población ayuda en poco a que ese ambiente de convivencia que había pedido el ayuntamiento meses atrás desaparezca,  más cuando  el viernes 6 de mayo de 1808, el correo trae a la ciudad la noticia de los terribles sucesos ocurridos en la capital del reino el día 2, cosa que causa gran horror entre la población y hace que muchos vecinos ante el temor de que aquí pueda suceder los mismo, clamen venganza contra las tropas enemigas. Los ánimos comienzan a inflamarse y los recelos ya son más que patentes.
No tardan mucho en surgir los primeros enfrentamientos, el 14 de junio de 1808, víspera de Pentecostés, cuando muchos salmantinos cansados ya de tanto atropello cometido por las tropas de paso por la ciudad, llaman a la revuelta, haciendo tocar a rebato la campana del reloj de la iglesia de San Martín (el mismo que ahora figura en la fachada del ayuntamiento), amenazando con matar al Gobernador de la ciudad Marqués de Zayas, al que tildaban de afrancesado que logrará salvar la vida y de su familia, al encontrar refugio de manera providencial, en el Palacio Episcopal. 


Son los ciudadanos los que comienzan a tener consciencia de los momentos que les toca vivir y e inician la formación grupos de vigilancia que rondan por las calles de la capital, llegando el caso de poner a frailes armados a custodiar las diversas puertas de la ciudad, de las que sólo cuatro permanecerán abiertas. Hasta el 16 de enero de 1809 no se volverán a ver por la ciudad a las tropas francesas, cuando un grupo de Dragones se presentan en la Puerta de Zamora, instando al alcalde con esa prepotencia del que se siente superior, a la sumisión de la ciudad. Es el preludio de los que sucederá dos días más tarde cuando mil quinientos franceses al mando del General Montpettit, traspasarán sin resistencia alguna los muros de la ciudad e  instarán  a sus ciudadanos a entregar cuantas armas tengan en su poder bajo rigurosa pena de muerte y a que regresen todos aquellos que hubieran abandonado la ciudad con anterioridad a su llegada bajo pena de confiscación de todos sus bienes. En el mismo contexto, se impuso una fuerte contribución monetaria que debía satisfacerse al día siguiente, bajo oneroso apremio, obligando también a la población salmantina a dar alojamiento a las tropas, esta vez ya si, invasoras. Las tropelías y abusos no se hacen esperar, los soldados confiscan y roban cuanto pueden y se les antoja, la población presa del pánico y sin protección alguna, se deja hacer.

Julian Sánchez "El Charro"
Salamanca se había convertido en ciudad de paso y avituallamiento de los ejércitos franceses, lo que provocará que su número disminuya o aumente según las necesidades en los campos de batalla. Como muestra de desafío y seguramente estando bien informados desde dentro de la ciudad, el 24 de marzo se ve merodear cerca de la Puerta del Río a varios de los lanceros de Don Julián Sánchez “El Charro”, seguramente en uno de esos momentos en los que en la capital el número de alzados era menor y el 2 de agosto una veintena de guerrilleros mandada por el Empecinado hostiga a las pocas tropas francesas que habían quedado en la ciudad, haciéndolas huir hasta el cercano pueblo de Moriscos. 
Durante poco más de una semana del 5 al 13 de agosto y ante la ausencia de tropas francesas, el marqués de Castrofuerte gobierna en la ciudad como  representante del legítimo Gobierno, pero una división al mando del Mariscal Ney, retomará el control el día 14.  
El 18 de octubre tras la sangrienta derrota del ejercito enemigo en la batalla de Tamames, los franceses vuelven a salir de la ciudad, habiendo causado en sólo dos meses más daños que en los siete que permanecieron los anteriores.


Duque del Parque.
Del 25 octubre al 1 de noviembre entran en la ciudad cerca de treinta mil hombres comandados por el duque del Parque, el general Ballesteros y el marques  Castro-Fuerte. Son agasajados por una población entusiasmada, que celebra fiestas y homenajes por todos los rincones de la ciudad, pero esta felicidad se verá truncada cuando se recibe la noticia de la proximidad de las tropas del general francés Kellermann, haciendo que estas tropas españolas salgan de la capital el 5 de noviembre, para evitar ser cercados.  El duque del Parque se lleva consigo enormes cantidades de objetos de plata de conventos, iglesias y Universidad, para ponerlas a salvo de la codicia del enemigo, objetos que nunca regresaron a sus legítimos dueños  y se perdieron para siempre.



Tras la victoria en la batalla de Alba de Tormes, en la que se sostuvo una encarnizada lucha por el dominio del puente de dicha localidad, crucial para las aspiraciones bélicas de ambos bandos el ejercito galo consigue finalmente imponerse derrotando al ejercito español comandado por Del Parque, (28 de noviembre).
La capital salmantina vuelve a estar en manos francesas.


Fuerte de San Vicente.
Con el objeto de dominar el paso del río por el Puente Romano, comienzan en 1810 a fortificarse los cerros de San Vicente, la Merced y San Cayetano, (estos dos últimos se acabarían en 1812) obligando a los salmantinos a realizar dichas obras tanto con dinero como con su esfuerzo físico. Para llevar a cabo estas fortificaciones se derriban casi todas casas y edificios de los terrenos cercanos, para evitar que fueran utilizados como parapetos en su avance por las tropas inglesas, entre ellos el convento de Santa Ana, el de la Penitencia y  el de San Agustín, (donde profanaron hasta las tumbas) y causando graves daños en los conventos y colegios de la Vega, Mostenses, San Jerónimo, Guadalupe, la Merced, San Francisco el Grande, Calatrava y de Clérigos Menores de San Carlos. El 14 de marzo se hace desocupar y derribar las casas que hay en lo que hoy es la Plaza de Anaya, para mejorar la visión que tenía de la Catedral el General Thiebault desde el Colegio de San Bartolomé, hoy Anaya, donde había establecido su cuartel general.
Hasta 1812 no se retomarán la destrucción de edificios emblemáticos para la fortificación de la ciudad por parte de las tropas ocupantes. En marzo hacen demoler el edificio del hospicio, los colegios de los Ángeles, el militar de San Juan, San Patricio, San Pelayo, del Rey, Cuenca, Trilingüe y Oviedo , el Convento de San Agustín y harán lo mismo con lo restos del antiguo Alcázar.
El 16 de junio y ante la proximidad del ejercito ingles a las inmediaciones de la ciudad, y para dificultarles el paso, los franceses incendian las pocas casas que habían dejado en pie en el barrio de los Milagros haciendo lo mismo con otros edificios a los que colocan minas para su destrucción, haciendo que se pierdan para siempre muchos de ellos que eran maravillosas obras de arte y de la cultura española.


Lord Wellintong en la batalla de Salamanca.
Comenzada la toma de la ciudad y una vez traspasado el río por el ejercito inglés son asediados los fuertes construidos en los cerros de la cercanos, que todavía tardarán varios días en capitular, entra el día 17 el General Wellintong en Salamanca y dos días después lo hace don Julián Sánchez. La población sintiéndose libre ya de la opresión a la que había sido sometida durante tres años por el ejercito francés, agasajó con regalos al ejercito liberador. Durante los días posteriores se suceden las escaramuzas con las divisiones mandadas por el general Marmont, hasta que el 27 una vez rendidos y vencidos los tres fuertes de la ciudad decide replegarse hasta Toro y Tordesillas.

En los primeros días de  julio se procede a sacar todo el armamento y munición que hay en los fuertes franceses, para llevarlo a Ciudad Rodrigo. Todo este material se va depositando en una panera que hay en la calle de la Esgrima, paralela a la calle de la Sierpe. Es tanto el material incautado y el reguero de pólvora que se va acumulando por las calles cercanas a su deposito que el día 6 a las siete y media de la mañana se produce una violenta explosión que hace estremecerse a toda la población, al creer que habían sido los franceses en una nueva ofensiva por recuperar la ciudad. Los centenares de fallecidos  por esta explosión son enterrados en las cercanas iglesias de San Benito y San Blas, (muy dañada por efectos de la deflagración), a las desconsoladas viudas les asigna el gobierno una modesta pensión vitalicia.

El día 21 se produce el enfrentamiento de los dos ejércitos en la que será conocida como batalla de Los Arapiles por los franceses y como la batalla de Salamanca por los aliados y que le otorgó por parte de las Cortes a Wellintong  el Toisón de Oro.

El 1 de agosto se publicó solemnemente la Constitución de la monarquía, en un templete colocado en la Plaza Mayor, para lo que la ciudad se vistió con sus mejores galas, y el día 2 juró solemnemente por las autoridades y el pueblo en la Catedral.

Volvieron los franceses a Salamanca en la noche del 15 de noviembre tras la salida de Wellintong hacia Ciudad Rodrigo y Portugal, y esta vez entraron a sangre y fuego. El 16  se hospedó en la ciudad el monarca francés José Bonaparte, hospedándose en el palacio de Almarza, saliendo hacia Madrid el día 23.
Hasta mayo de 1813 estuvieron los franceses realizando su deporte favorito por la capital y los pueblos cercanos, que no era otro que el robo y el pillaje. El día 26 volvieron los ejércitos aliados y los jinetes de Don Julián Sánchez “El Charro”, posicionarse frente a la ciudad y  haciendo huir a las tropas del general Villatte, poniendo fin a la opresión a la que habían sometido las tropas galas a la ciudad de Salamanca.

Durante la estancia del ejercito francés en la capital salmantina, una tercera parte de los tesoros artísticos de la ciudad se perdió para siempre, así como casi todos los colegios, iglesias y mansiones ubicados entre la Universidad y el conocido barrio de Los Milagros, que desapareció casi en su totalidad. La fisionomia de gran parte de la ciudad como un gran nímero de sus calles se perdieron para siempre. Salamanca tardaría aun muchos años en recuperarse de este periodo de tiempo.


  • Historia de Salamanca. Manuel Villar y Macias.
Convento de San Agustín.
Restos del Colegio Cuenca. (junto al Palacio de Congresos)

Colegio San Pelayo, restos en Facultad de Geografía e Historia
Colegio de San Pelayo II

Colegio de San Pelayo III


Restos del Colegio Cuenca. (junto al Palacio de Congresos)

Restos de la Iglesia de San Francisco el Grande.
San Francisco el Grande

Restos del Colegío Trilíngüe.





jueves, 17 de mayo de 2012

CURIOSIDADES SALMANTINAS V.

DE LA LENGUA SALMANTINA


ABALLAR, despertar, levantar de la cama al perezoso;   ABORRAGADA, persona colorada por el calor;   ABORTIJO, persona poca cosa, raquítica;   ABURARSE,   Quemarse, la comida; ACACHINAR, matar;   ACALUGAR, No estar quieto en ningun lugar, inquieto;   ACARONCHARSE, Carcomerse;  ACUECAR, Arrullar;   ACHIPERRES, Trastos, Utensilios;   ADÁN, vago, persona dejada;   AGOSTIZO, Débil, ruin;   ALAMBRAR, Quitarse la borrachera;   ANDANCIO, Epidemia;   ANTIPARRAS, Anteojos;  AÑUSGARSE,  Atragantarse, ahogarse;   APEGUÑAR, Estar muy junto;   APERRANGARSE. Coger un crío una perra, o llorio;   APIPARSE, Comer excesivamente;   ARAPIL, Teso, meseta pequeña;   ARRICANGEL, Vencejo;   ARRIPONCIO, Persona que es poca cosa. Cosa inútil;   ATRAÑARSE o ATREÑARSE, Enredarse el cabello de las mujeres.  

BERRERA, Cementerio;   BOCHINCHE, Gordinflón;   BODIGOCHO, Gordinflón;   BODRE, Mierda espesa;  BORJA, Ampolla;  BREZAR, Mecer al niño en la cuna. Acunar;   BUTRAGUEÑO, Chorizo de baja calidad con carnes que no son de cerdo.

CACARIQUE, Persona que no sabe guardar un sequeto;   CALAMBEARSE, Tambalearse;   CAMBALUD, Tropezón violento, pero sin caída;   CAMOCHA,  Cabeza;   CANCALAVELA, Juego de niños consistente en girar sobre sí mismos;   CANCANO,  Dícese de la persona tonta o simple;   CANCHERA, Llaga, herida grande;   CANDAR, Cerrar  con llave; CANECO, Vaso con asa;   CARABA, Compañia, conversación;   CARABERÓN, Quién hace compañía a quién trabaja, pero sin hacer nada;   CARAPITEAR, Hablar gritando;   CARPANTA, Galbana, flojera, borrachera;   CONFRAÑIRSE, Agitar la espalda como para rascarse con la ropa;   CULEBRÓN, Enfermedad que no se ve y que no se acierta a diagnosticar.  

CHAMORRO, Cabezota, testarudo;   CHAMPAR, Meter una cosa dentro de otra;   CHANGARRO, Que se estropea;   CHENGA o CHOTA, La mano izquierda;    CHURREAR, Ceder un hombre a otro la mujer con quien baila, cuando es pedida.

ENBERRENCHINADO, Muy enfadado;   EMBOYAR, Engordar;   EMPAMPIROLADO, Pomposo;    ENCENTAR, Comenzar algo para comer;   ENCHISCAR, Pegarse dos personas;   ENCHELARSE, Obsesionarse;   ENGARABITAR, Quedarse entumecido;   ENGARAÑARSE, Enfriarse una persona mucho;   ENGARRIO, Persona poca cosa;   ENTERRIAR, Odiar, tener tirria;   ENTREQUEDENTE, Protestón, latoso;   ESCANGALLAR, Estropear;   ESCASPECIDO, Limpio, aseado;   ESMOSTOLARSE, Caer violentamente al suelo;   ESTANGANITADO, Desmedrado, cansado, débil.

FANDANGA, Especie de mujer amante;   FOLLADO, La parte más ancha y holgada de las
mangas y de la pechera de la camisa;   FRACATÚA, Altercado, discusión;   FULLÓN, Ventosidad que no hace ruido.

GAGO, Persona que tiene dificultades al hablar; tartamudo;   GALAFATE, Ladrón que roba con arte;   GALIFATE, Hombre chiquito y rechoncho;   GARIFO, Friolero;   GARROBO, Persona bruta;   GENUNCIO, Persona poco clara, que no se expresa bien;   GOLONDRINO, La persona que no quería ir a la mili;  GUARRAZO, Golpe que da una persona al caer;   GUIÑOPO, Bizco;   GUMIA, Persona roñosa;  GURRUMINO, Persona poca cosa;   GUTEAR, Huronear, golosear;   GUTO,  Persona golosa.

HAIS, Habeis;   HAMBRÍO, Que tiene hambre de comida;   HARGANEA, Persona vaga, que tarda en hacer algo; HAZANA o AZANA, Oficio del ama de casa;  HERIEDO, Herencia;    HORRIÑA, Ahorrador;   HULE, Pegar;  HUSMIAS, Egoista, rácano, avaro.

IBAO, Persona o animal muy delgado;   IRUTAR, Eruptar;   ISTALACHE,   Conjunto de cosas instaladas, Chismes.

JARCA, Grupo de personas;   JARRAMASCO, Máscara;   ARRINO, Lanzado, intrépido, deseoso. Valiente, brioso;   JARUGAS, Trabajador con empeño en hacerlo;   JOROPEAR. Fastidiar;   JUNGAR, Gemir, gimotear.

LAGUMÁN, Vago;  LICRES, Niño inquieto, revoltoso;  LILAINAS, Persona poco desarrollada, enfermiza, poca cosa;   LONGARES, Persona alta;   LUCILINA, Petróleo.

MACANCHE, Delicado de salud, enfermizo;   MALINGRARSE,  Infectarse una herida;   MARUSO, Afeminado;    MAYO, Inepto;   MELINDRES, Persona pejiguera, mimada;   MESINGO,  Débil, delicado;   MIELGO, Mellizo, gemelo;   MIÑAMBRE, Debilucho;   MISMIAJO, Persona pequeña de estatura;   MOCOS, Restos exteriores de las obleas;   MOCHO, Que le falta una oreja;   MORMERA, Respiración dificultosa;  MORRIÑA, Enfermedad que impide el crecimiento de los niños;   MORROTROCO, Testarudo, terco;   MOTRILÓN, Mozo robusto y fuerte;   MOZARRÁ, Pandilla de mozos.

NOCHARRÁ, Pasar una mala noche, generalmente trabajando;   NOVALÍO, Crecido, desarrollado;   NORRÁ, Obstinación, terquedad.

OBISPOS, Rebanadas de pan empapadas en vino, fritas luego en aceite y espolvoreadas con azúcar. Se solían servir después de un entierro por los familiares del muerto;   ODRERO, Sucio, desaseado.

PAMEMA, Persona tonta;   PANOLIS, Persona sosonga;   PANTO, Persona de pocas luces;   PAPELÓN, Persona que hace mucho la pelotilla;   PAPÓN, Glotón, comilón;   PARLAESPESOS, Charlatán;   PEDOJO, Niño poco desarrollado para su edad y que
no implica que esté enfermo;   PELIPITUSCO, El semi-ebrio que está alegre;   PESTRALÁ, Deposición humana de consideración;   PROBITO, Pobrecillo.

QUEBRANTOS, Baches;   QUERINDONGA, Mujer amante;   QUIQUIRIQUÍ, Sobrenombre que se da al moño alto y de copete.

RACHISOL,  Sol que pega de plano. Sitio donde el sol calienta mucho;   RANCANCAN o RECANCAN, El niño que es vivo y andarín;   RAÑIR, Rechinar los dientes;   RASCA, Frio;   REBALLAR,  Lloriquear de un bebe al despertar;  REBOJO, Mendrugo; trozo de pan duro que ha sobrado de alguna comida;   REBOLDANO, Persona despierta;   RECALCÓN, Torcedura del pié;   RECITOLERA, Persona muy viva;   REGÜETRAR, Eruptar;   RENCALLO, Que tiene un solo testículo;   REPENICAR, Repicar las campanas;   RESCAÑO, Parte exterior del pan redondo;   RETOLICAR, Replicar;   RETUSO, Retraido, indeciso;   REVILVO, Bizco;   RODILLA, Servilleta, paño de cocina;   ROLLA, Persona que tiene cuidado de los niños;   RUMIACO, Verdín que se cría en las aguas estancadas.

SALTIGALLO, Saltamontes;   SANSIROLÉ, Pazguato, simplón;   SERANO, Trabajo de noche, con luz artificial;   SOCROCIO, Pesado, fastidioso;   SOPESTAJO, Persona cargante o pesada; estorbo.

TANGANINAS, Algo qe está en peligro de caer;   TANGUEAR, Pegar, golpear dar una paliza;  TARAMBAINA, Persona con poca cabeza;   TERROÑA, Suciedad pegada al cuerpo;   TOÑA, Borrachera, Golpe dado con los nudillos;   TRACAMUDEAR, Confundir una cosa con otra, Tartamudear;   TRAFULLERA, Persona mentirosao que hace trampas;   TRANGALLEAR, Ir de un lado a otro sin hacer nada de provecho;   TRIFOSTIO, Jaleo, barullo, problema grave.

VAI o VAITE, Ve o vete;   VELAQUÍ, Expresión parecida a aquí está o aquí la tienes;   VELOÍ, Ahí lo tienes o ahí está;   VERRECER, Fecundar el cerdo a la cerda;   VERÓN, Enfado o rabia grande.

ZACATUA, Estropicio;   ZAPERA, Hambre muy fuerte;   ZARABATO, Persona tarda en comprender;     ZARAMALLA, Relativo a gente de mala idea;   ZOCOTRÓN, Golpe fuerte o violento; ZURRETA, Diarrea fuerte, generalmente en el ganado;   ZURRO, Miedo, terror.


  • Términos lígrimos salmantinos y otros solamente charros. Recopilados por Manuel Mateos de Vicente.

CURIOSIDADES SALMANTINAS IV.

DE LOS BANDOS Y SUS DISPUTAS                          


Los periodos turbulentos se han sucedido en nuestra ciudad durante tiempo inmemorial, pero uno de los más reseñable fue el de Los Bandos, por lo violento y por su larga duración. En él estuvieron enfrentados los bandos de San Benito o benetinos que se agrupaban entorno a la iglesia de San Benito, que lo formaban las familias Acebedo, Pereira, Anaya, Figueroa, Ribas, Fonseca, Sotomayor, Godínez, Maldonado, Hontiveros  Manzano, Paz y Nieto y  los del bando de Santo Tomé o tomesinos que se  agrupaban bajo la iglesia del mismo nombre formado por las familias: Puertocarrero, Monroy, Valdés, Enríquez, Ovalle, Araujo, Varillas, Flores, Montesinos, Valdes, Miranda, Tejeda, Villafuerte y Almaraz. Eran estas ilustres familias las que se encontraban en disputas por ejercer el poder en la ciudad, hablamos de los siglos XIV y XV. Sus enfrentamientos tuvieron aterrorizada a la población tormesina, tanto que la plaza del Corrillo que separaba las zonas de influencia de cada bando y que la gente no se atrevía a transitar, fue conocida como Plaza de la Yerba. Sus disputas fueron muy enconadas, tanto que durante un juego de pelota en la que estaban inmersos los hijos de dos de estas familias una de ellas, la de los Manzano dieron muerte a los hermanos Enríquez. Los criminales huyeron temiendo las represalias de los partidarios del bando contrario, algo que no se haría esperar. Doña María Rodríguez de Monroy madre de los fallecidos persiguió a los asesinos de sus hijos hasta darles alcance en una posada de la ciudad de Viseu (Portugal). En ella, los partidarios de Doña María prendieron y dieron muerte a estos dos hermano. A su regreso a Salamanca deposito en las tumbas de sus hijos las cabezas de los hermanos Manzano.
No sería hasta años y muertes más tarde cuando se pusiera fin a estos enfrentamientos. Todo se debió a los esfuerzos del padre Juan de Sahagún que consiguió que las familias se avinieran a negociar y firmaran una paz, que trajo consigo la tranquilidad a la ciudad.

CURIOSIDADES SALMANTINAS III.

DE UNAS MISTERIOSAS INSCRIPCIONES Y DE SU POSIBLE SIGNIFICADO. 


En la Plaza Mayor, en el arco que da acceso a la Plaza del Mercado, y en la cercana Plaza de Sexmeros, junto a la Iglesia de San Martín y Santa Basilisa, podemos ver dos inscripciones que por lo misterioso de su origen dejan al transeúnte que las contempla una mueca de extrañeza en el rostro. Nadie sabe como llegaron ahí, ni a quién se refieren, ni el porqué de su significado.   

Una posible respuesta que podemos obtener y que daría una razón a tan tétricas inscripciones, es que tiempo atrás cuando alguna persona fallecía sin haber podido realizar confesión alguna de sus pecados, los familiares del finado mandaban realizar tales inscripciones para que toda persona que pasara por el lugar efectuara sus suplicas en modo de oración por tan desventurado personaje, para que le fueran perdonados los pecados que  no pudo confesar en vida antes de su fallecimiento.

" Aquí se mato una muger ruegen a dios por ella, año de 1838"


"Aquí mataron a un homvre ruegen a Dios por el"


"Los que dan consejos ciertos a los vivos son los muertos"

Sin embargo la inscripción superior está ubicada en la mismo punto donde en tiempos se encontraba el viejo osario de la Iglesia de San Martín y Santa Basilisa en el que se vaciaban los viejos sepulcros para dar cabida a nuevos enterramientos.

  • http://historiasdelcuartodeatras.blogspot.com.es/2011/11/el-misterio-de-la-mujer-muerta-en-la.html  
  • La Salamanca escondida entre sus piedras. Isabel Andrés Rodríges y Amalia Sánchez Sánchez.

CURIOSIDADES SALMANTINAS II

DE LAS HISTORIAS OCURRIDAS EN LA PLAZA MAYOR Y DE SUS MEDALLONES.

La Plaza Mayor siempre ha servido a los intereses de sus gobernantes para entretener y congregar a los salmantinos, en ella se han celebrado todo tipo de espectáculos, pero en otras épocas la plaza también dio servicio a otros intereses tanto políticos como religiosos. Pero hubo una época en la que la justicia la utilizó como altavoz de sus propósitos y la convirtió en su patíbulo particular.
Fueron tiempos pretéritos en los que los vecinos de la ciudad y los forasteros, se congregaban en ella para ser testigos de lo que los cronistas tardarían días en divulgar, estas ejecuciones servían tanto para repartir justicia como para dar ejemplo a quienes quisieran perturbar la tranquilidad de sus conciudadanos. Y en otras fueron los ciudadanos que por mor de las circunstancias pusieron por delante de los intereses de sus gobernantes los suyos particulares.

El 11 de enero de 1802 se dio muerte  a 16  integrantes de la cuadrilla del temido bandolero "Chafandín", que había sido asesinado junto con su lugarteniente "El Pollo" por miembros de su propia partida poco antes de ser apresados. Esta partida de malhechores habia provocado durante un tiempo el terror en las provincias de Salamanca, Zamora y Valladolid.
Para tal ocasión se instalaron en  la Plaza Mayor cinco horcas y un garrote con sus correspondientes tablados, he hicieron venir desde Valladolid a dos verdugos, padre e hijo, que cobraron 3.800 reales por realizar los ajusticiamientos, dos el padre, ocho el hijo y los restantes fueron ajusticiados por el verdugo de la ciudad. 
Para guardar el orden en la ciudad y custodiar a los detenidos, que pasaron las horas previas a su ejecución en la cárcel, (donde posteriormente estaría emplazado el Gran Hotel, hoy Plaza del Poeta Iglesias) se hizo venir al primer Batallón de Voluntarios de Barcelona y a la primera Compañia del Provincial de Salamanca.
Tras la ejecución llevada a cabo ese 11 de enero, en el que ni el frío ni la gran nevada que cayó en la capital y en el que la mitad de la población presenció tan dantesco espectáculo,  los cadáveres de dos de los desdichados bandidos, Roque Huidogro, alias el Crivero y Joseph Becerro, alias el Madrilejo fueron descuartizados y sus restos junto con sus campañero fueron enterrados en la cercana Iglesia de San Martín. Las cabezas que fueron separadas de los cuerpos o de lo que quedara, fueron expuestas en la Puerta Zamora la del segundo y en el Puente Romano la del primero.
Ajusticiamiento por Garrote Vil.




Tras la expulsión de España de los ejércitos franceses y con la llegada al trono de Fernando VII (conocido como el rey felón), promulga en Valencia un manifiesto en el que restablecía en toda su plenitud el régimen absolutista, y declarando nula a todos los efectos la Constitución de Cádiz de 1812. Al ser conocida la noticia una muchedumbre enardecida se precipita por las calles y plazas de Salamanca gritando como si una sola voz fuera, vivas al Rey y mueras a los afrancesados y a la constitución.
Cuando esta marea humana llega a la Plaza Mayor, varios osados son jaleados por los congregados mientras suben al balcón del ayuntamiento y arrancan y destrozan la placa de la constitución que había sido puesta en tan preferente ubicación el  1 de agosto de 1812, después de que hubieran sido expulsados de la ciudad los ejércitos franceses y se hubiera instaurado en toda la nación la Constitución Monárquica, en ella rezaba:

La Constitución política de la Monarquía española: restituye al Pueblo sus derechos y consolida el imperio de las leyes  y afirma el Trono Real.

Después la tumultuosa muchedumbre se dirige  entre el repiqueteo de campanas de algunas iglesias de la capital hasta el reloj de la iglesia de San Martín y lo hacen sonar hasta que lo destrozan. Posteriormente después de colocar en el mismo lugar que ocupo la lápida destruida un retrato de Fernando VII y al grito de ¡mueran los traidores!, gran parte de los congregados se dieron al pillaje y saqueos en las viviendas y negocios de los partidarios de los liberales.






Existe un medallón en la Plaza Mayor, junto al arco que da salida a la Plaza del Corrillo, en el Pabellón de Petrineros, en el que no figura talla alguna. Lo que los viajeros desconocen es que este medallón que antaño albergaba la figura de un notable español, fue destrozado el 22 de marzo de 1808 durante las algaradas que los estudiantes salmantinos provocaron después de su destitución tras el Motín de Aranjuez, cuatro dias antes.
En él figuraba la efigie del Príncipe de la Paz, Manuel Godoy, noble y político español.
Esta enardecida turbamulta de estudiantes pidió al Gobernador Marques de Zayas que fuera destrozado el busto que en él estaba tallado, por lo que se hizo llegar a un picapedrero para que  borrase la figura que en el había.
Restos del medallón de Godoy



También podemos contemplar en el Pabellón Real, el medallón del único Rey completamente salmantino, nos referimos a Alfonso XI de Castilla, "El justiciero", nacido el 13 de agosto de 1311 y muerto víctima de la peste negra el 16 de marzo de 1350 en Gibralta. Creo para Salamanca el cargo de corregidor para controlar desde la corte la autonomía de los poderes locales.

Alfonso XI "El Justiciero"

El primer rey de la dinastía de los Borbones en España, está representado en tres medallones de la Plaza Mayor, estamos hablamos de Felipe V. En el primero de ellos, y que está en el arco central del Pabellón Real, por haber autorizado la construcción de la Plaza Mayor, y en otros dos por cada uno de sus reinados, el primero durante los años 1700 a 1724 y el segundo tras la abdicación de su hijo Luis de 1724 a 1746.


  • Historia de Salamanca. Manuel Villar y Macias
  • Antonio Gómez Gómez. Cronista oficial de la Villa de Cantalpino.
  • Salamanca desconocida. Juan Álvarez Villar.  
     

sábado, 12 de mayo de 2012

CURIOSIDADES SALMANTINAS I

DE SUS CALLES Y DENOMINACIONES.

Salamanca al contrario de los que ocurre hoy con sus calles, era o fue una ciudad sin orden ni concierto constructivo, calles tortuosas, estrechas, poco iluminadas y malolientes. Las viviendas se fueron construyendo entorno a las iglesias que levantaba cada grupo repoblador, haciéndolo en forma de corro o corral, de ahí Corrales de Monroy o Corrales de Villaverde. Su orientación era dirigida hacia las puertas de la ciudad (Villamayor, San Clemente, San Vicente, San Lorenzo, del Alcázar, -lo que hoy es la Vaguada de la Palma-, del Río o de Anibal o de Hércules, San Pablo, Santo Tomás -junto a la Iglesia de Santo Tomás de Canturiense-, Sancti Spíritus, de Toro o de Zamora) o hacia el centro de ella, lo que era por entonces la Plaza de San Martín,  construyendo  con cada nueva edificación una red viaria anárquica.



De aquellas primeras calles que fueron dando forma a la capital salmantina poco queda ya, algunas fueron desapareciendo con el tiempo, otras en posteriores reformas y las más, fueron cambiando su denominación primigenia. De algunas de ellas podemos recordar que la calle ANCHA -Arroyo de San Francisco-, la calle ARCEDIANO, denominada así por la casa en la que vivían los arcedianos, por esta calle transitaba la Celestina, según la famosa tragicomedia de Fernando de Rojas, la calle del ARCO en 1202 era del -Arco de la Magdalena-, la calle AZAFRANAL, por haber existido en sus inmediaciones un terreno con dicha plantación, fue conocida hasta no hace mucho como – José Antonio Primo de Ribera-, la calle BALMES, por el filósofo Jaime Luciano, se conoció anteriormente como -La Moneda- antes como -La Longaniza- y primeramente como -Fray Luis de León-, la calle BERMEJEROS -Eloy Bullón-(político salmantino), la calle BORDADORES, -Bohordadores- por estar trabajando en ella los trabajadores de tan noble arte, la calle BRAVO, -Abraçamoças (Abrazamozas)-, la calle BROCENSE, por el humanista Francisco Sánchez de la Brozas, -Triperas-, la calle CALDEREROS, por los trabajadores de dicho oficio que estuvieron establecidos en ella, la calle CALEROS, por los trabajadores que obtenían la cal en dicha calle, el CAMPILLO, solían reunir allí al ganado para abrevar cuando era un pequeño campo fuera de los límites de la muralla de la ciudad, la calle CAÑIZAL, -Guardianos-, la calle CARNICEROS, su nombre se debe a los hermanos Alejandro, Antonio e Isidro Carnicero, antes se llamó -Raspagatos-, la calle CERVANTES, por haber vivido en ella tan ilustre escritor, -Los Moros-, la calle CONCEJO como -Concejo de Abajo-, la calle CONSUELO, denominada así por las gentes que iban buscando consuelo a la iglesia de los Santos Justo y Pastor, ya desaparecida, la calle COMPAÑÍA -Santa Catalina-, la calle DOCTRINOS -Las Páteras-, la CRUZ VERDE, -Cruz Verdadera-, situada en la trasera del convento de la Vera Cruz, el rótulo de la calle, con el paso de los años fue perdiendo algunas de sus partes, quedando el nombre reducido en su parte visible en la ya citada Cruz Verde, la calle DOYAGÜE, nombre del compositor salmantino Manuel José Doyagüe, la calle ESPOZ Y MINA, por el militar navarro de nombre Francisco, -Cabrera- (por el Gobernador don Diego Ponce Cabrera), la calle la FE, por la devoción y fe que mostraban todos los que acudían a rezar a la imagen del “Cristo de la Estafeta ubicada en una hornacina en esa misma calle, antes se denominó -Hogaño-, la calle FELIPE ESPINO -Corrales de Antón Paz-, Los GASCONES, plaza denominada así por un grupo de repobladores del siglo XII llegados desde la Gascuña, al sur de Francia, la calle GIBRALTAR que estuvo unida con la calle Tentenecio -Niños Expósitos- y mucho después y por un breve periodo de tiempo -Expolio-, la calle HOVOHAMBRE - durante el siglo XVIII -Loambre- y posteriormente -Lobohambre-, la calle JESÚS fue la del -Otero- (por estar asentada sobre una cuesta empinada) y después -Ataúd-, la calle LA LATINA -Ave María-, por la salmantina Beatriz Galindo, preceptora de la reina Isabel la Católica, la calle de LA RÚA MAYOR fue denominada hacia 1103 -Rúa de San Martín- (por desembocar en la iglesia del mismo nombre), la calle LIBREROS -Rúa Nueva- (por haber sido abierta después de la Rúa de San Martín), calle Las MAZAS, anteriormente -Juan de la Encina-, por haber vivido e ella tan notable personaje, la calle MELENDEZ -Sordolado-, la calle PALOMINOS, debe su nombre al pintor Acisclo Antonio Palomino de Castro y Velasco, que con el paso del tiempo se acortó y pluralizo, la calle PAN Y CARBÓN así denominada, porque en ella estuvo el Colegio Viejo de Oviedo que tenía derechos de cobro sobre el trigo y el carbón que entraba en la ciudad, la calle PERDONES, denominada así, cuando san Vicente Ferrer predicó y confesó en la parroquia de San Juan de Barbalos, fue tanta la gente que acudió, que se improvisaron en dicha calle unos confesionarios, durante algunos años se llamó – Luis Sevillano-, la calle PLACENTINOS, porque en esta calle estuvo en tiempos el colegio de Plasencia y a sus estudiantes se les conocía como placentinos, la PLAZA DE ANAYA -Plaza del Azogue Viejo-, y durante la ocupación francesa -Plazuela del señor General Thiebault-, la PLAZA COLÓN -Plazuela de los Menores-, por el convento que en esa zona había, la PLAZA DE SAN ISIDRO -Plaza de San Isidoro-, por haber estado ubicada allí la Iglesia de San Isidoro, (con el paso del tiempo la gente la fue llamando de San Isidro), la PLAZA DEL PESO -Plaza del Peso Real- por haber estado ubicada en ella la oficina donde se verificaban pesos y medidas, la calle del POZO AMARILLO debe tal denominación al pozo de agua no potable, que estuvo presente en esa zona hasta 1860 y que producía agua de color amarillento por las filtraciones que el terreno que era de este color provocaban cada vez que llovía, la calle POZO HILERA - Pozo Lera o Pozo la Era-, la PUERTA ZAMORA como -Plaza del Ejercito- desde 1936 hasta 1988, la calle RABANAL,su nombre viene dado porque en tiempos hubo allí una tierra plantada de rábanos, la calle RODILLO, en 1480 -Bella-, después -Buena Ventura- y por último -Cantarranas-, la calle ROSARIO, su nombre viene dado por el Hospital de Nuestra Señora del Rosario de 1327 que se ubicaba en esa zona de la ciudad, la calle SAN PABLO en 1310 -Albarderos-, la calle SERRANOS, conocida de esta manera por haber estado asentada en ella unos de los primeros grupos repobladores de la ciudad en el siglo XI, la plaza de SEXMEROS -Plaza de los Limoneros- cambió su denominación cuando se instaló en ella la Caja de Ahorros del Pósito de los Cuatro Sexmeros de la Tierra de Salamanca, calle las SIERPES, por los arroyos o sierpes que por ella cruzaban, la calle SILENCIO, antes se llamó -Asesinos-, la calle TAHONAS VIEJAS, por la tahonas o molinos de harina que esa zona trabajaban, la calle TAVIRA, por el Obispo Antonio Tavira y Almazán antes fue conocida por -Padre Nuestro-, la calle TENTENECIO fue -Santa Ana- y antes en el siglo XVIII -Niños Expósitos-, la calle TORO -Herreros- en 1260, la calle TOSTADO, por el escritor Alonso Fernández, “el Tostado”, fue conocida por -Azotados- y antes -Trasgo-, la calle TRAVIESA, por ser la calle que “atraviesa” desde Serranos a la Rúa Nueva, la calle VARILLAS debe su nombre a la familia Rodríguez de Varillas descendientes del repoblador de esta ciudad Infante don Vela, calle VERACRUZ, bautizada con este nombre por el milagro que realizó en la sinagoga que en ella había San Vicente Ferrer cuando hizo aparecer sobre moros y judíos cruces blancas, convirtiéndolos al cristianismo, calle La VICTORIA, el nombre a esta calle le viene dado por que en tiempos vivió en ella una mujer conocida por su belleza y la calle ZAMORA se conoció en 1248 como -Concejo de Arriba- o -Susana-.

Vivienda en la calle Tentenecio que aun conserva sus anteriores denominaciones.


  • Historia de las Antigüedades de la ciudad de Salamanca: vidas de sus obispos y cosas sucedidas en su tiempo. Gil González Dávila 1606
  • Callejero histórico salmantino. Ignacio Carnero